Cuando quieres crear experiencias no puedes limitarte simplemente a la funcionalidad de un negocio, cosa que obviamente no debes dejar de lado, siempre hay que ir más allá para que te recuerden.
¿Quién dijo que un negocio de asador de pollos era solo eso? un lugar con un gran horno vertical donde poner filas de pollos para dorar.
En este proyecto he querido ir mucho más allá.
Llegar a la esencia de los orígenes, donde las granjas eran el mejor lugar para criar gallinas desde que tengo uso de razón. Gallinas y pollos felices, paseando tranquilas por el corral ¡y por donde querían!, porque también habían esas más listillas que se colaban por el tejado y ponían sus huevos donde encontraran un lugar calentito.
Qué tiempos aquellos y que maravilloso recordarlos….
Muchas veces para recordar momentos felices simplemente tienes que cerrar los ojos y transportarte sin más. Y otras veces decides que quieres que ese sentimiento se convierta en una experiencia bonita y te encantaría compartirla con los demás.
Este ha sido mi objetivo y el hilo conductor de este proyecto, crear una experiencia donde lo más simple se transforma en lo más bello.
Un sentido ecológico, rural y campestre, donde la vegetación se entremezcla con las texturas naturales de los tejidos de mimbre y rafia, donde los utensilios más básicos se convierten en verdaderas obras de arte sin perder parte de su funcionalidad.
Los huevos se vuelven trofeos, las texturas de malla de gallinero hacen de lienzo para dibujar bellos espacios que ayudan a recorrer la vista de los que los miran. Un huerto, un bosque en el cielo porque en el suelo no tiene ya cabida.
Amo los espacios verticales, me encanta mirar hacia arriba. En las grandes ciudades me daba cuenta de que la mayoría de las personas hacen su camino mirando al suelo, rápido, con prisa. Pero, ¿y la belleza en esas azoteas?, en seas terrazas y balcones esmeradamente cuidadas. Esas pequeñas cúpulas decoradas, los dinteles tallados, las gárgolas delicadamente dramáticas. ¡¡¡Son una belleza!!!
Entonces, ¿porqué no guiar al espectador para que mire hacia arriba? En un negocio comercial, en la zona baja siempre prima la funcionalidad, pues aprovechemos las alturas para crear y maravillar.
Quiero agradecer a mis clientes Fabio y Carolina por haber confiado en mi, por haber participado aportando tanta dulzura y cariño a este proyecto tan especial.
Clientes que se convierten en amigos.
Georgina